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A tantos de tantos del dos mil tantos.


Hay ciertos momentos en los que nos trasformamos y nos convertimos en otras personas que no tiene nada que ver con la que somos en realidad. En cierta actividad que realizamos casi todos, nos sale la bestia que tenemos dentro y cambiamos totalmente.





Estemos tranquilos o relajados nos convertimos en personas  desbocadas, que  perdemos la razón, por momentos vamos subiendo de temperatura y actuamos inconscientemente, no vemos nada, solo lo que queremos ver. Resulta increíble el cambio que damos en tan solo unos segundos, las reacciones que se pueden llegar a tener. Como nos relacionamos, como actuamos y como atacamos, solo se da en una actividad.

No se en cual ha pensado, pero seguro que no es esa. La hacemos tan nuestra y tan cotidiana que no has pensado en ella.

La cuestión esta cuando nos sentamos en el coche, arrancamos y cogemos el volante a partir de ese momento ya estas perdido. Parece como si el vehiculo trasmitiera una emergía negativa que lo trasmite  una vez que lo tocas.

                     
                           
Puedes ser la persona mas tranquila del mundo que te transformas.
No se porque nos ponemos tan agresivos, impacientes, insoportables, incomprensibles, podemos poner unos cuantos calificativos mas pero seria una lista larga. Sabemos como hay que hacer las cosas, que no están difícil cumplir las normas de circulación que para eso están y sin embargo tenemos que hacerlo mal, y para colmo de males sabiendo que fastidiamos a los demás. Si alguno te recrimina una acción que tu sabes que esta mal, le insultamos, le hacemos gestos, una serie de reacciones que normalmente no tenemos.

                                 
                    

Es muy fácil, conducir con tranquilas combatiendo lo negativo en positivo, si al final de cuentas vamos a llegar igual, es mas yo te diría que llegas antes sin prisas que intentando correr más. Podemos aplicar algún refrán, “vísteme despacio que tengo prisa”  o  “no por mucho madrugar amanece mas temprano”. Si tenemos problemas de todo tipo,  y  por suerte o desgracia tenemos que conducir casi a diario, vamos a tranquilizarnos y tomarlo con calma, respetando al resto de personas que utilizan las carreteras y sobre todo  que lo que viaja dentro de los cuatro hierros y cuatro ruedas si olvidarnos de las motos, son personas, que no somos dummies, que podemos sustituir. Cada uno y cada cual con su vida propia y que no somos nadie para fastidiarla.

A ver si entre todos hacemos un poco de reflexión antes de darle al contacto y nos frenamos en nuestras reacciones a la mitad, con tan solo eso daríamos un paso para que las carreteras, calles y rotondas no sean un campo de batalla.

Hay os lo dejo. Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo, traslado no os gusta, os diría que los siento, pero no es verdad, es lo que pienso.

Saludos.
Miraketediga.

Comentarios

  1. nuestro comportamiento diario lleva a estos casos cuidemos modales y respetemos mas a los demas

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