Erase un hombre a un móvil pegado.
A tantos de tantos del dos mil tantos. Hablando hoy con unos amigos, tomándonos un café con cierta tranquilidad, hemos coincidido en los cambios que ha dado la vida en tampoco espacio de tiempo y como nos perjudica más que nos beneficia. No debemos mirar atrás para ver si estábamos mejor o peor , ya que no tiene solución, estamos en este punto y con el tenemos que apechugar. Quizás nadie tenga la culpa, pero todos hemos aportado nuestro grano de arena. Los votos que depositamos, nuestros hábitos de compra, la educación que impartimos, los valores que desprendemos y ponemos en valor, la igualdad, la disciplina y mil detalles mas que poco a poco hemos dejado de valorar y de defender pensando que con mucha libertad y poca obligaciones se vive mejor. La política y los políticos que nos defienden aferrados a sus sillones, defendiendo lo indefendible, buscando artimañas para beneficiarse ellos y los suyos. Dejamos que hagan lo que quieren, no somos capaces de salir a la call
