GENEROSIDAD.
A tantos de tantos del dos mil
tantos.
Que respiro, cuando haces las cosas bien. El hecho de hacer una buena acción aporta al
espíritu una satisfacción sin límite.
Todos los días tenemos la
oportunidad de tener esta sensación, el salir a la calle te lleva a tener
contacto con los demás, poder ayudar al
que menos te espera porque lo necesite.
Ayudar a cruzar, subir unas
escaleras, abrir una puerta, un saludo,
todo esto son detalles básicos, también están los más profundos, esos que
habitan en tu corazón y que tu sabes
cuando los tienes que sacar, además son hechos que se hacen sin pensar.
Solamente escuchar lo que te cuenta una persona, puede
ser maravilloso, un rato de tranquilidad o un remanso de paz, puede hacer mucho bien. Un consejo, un abrazo, incluso una sonrisa
que no cuesta nada una ayuda y lo que
produce no tiene precio, siempre y cuando lo hagas con el alma, con el corazón.
¿A quién? Para todos,
no estamos para juzgar quien se lo merece o no, si te apetece hazlo, esto es generosidad, y no se negocia, es
gratis, si tuviera precio dejaría de serlo.
No es que seamos mejores ni
peores por ayudar, quizás sea tu
satisfacción lo único que se alimenta
por no decir lo que le aportas a la persona ayudada, pero algunas veces esa
sonrisa que nos queda, es el reflejo de tal y como somos.
Tu generosidad se trasmite, y
llega a los sentimientos de las personas, y esto te hace grande. La energía gastada en buenos gestos no se
gasta nunca, al revés, produce satisfacción y esta hace que no dé caiga el nivel.
Tengo millones de besos y abrazos , según corresponda, para repartir.
Hay
os lo dejo. Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento,
informo, difundo, traslado no os gusta, os diría que los siento, pero no es
verdad, es lo que pienso.
Saludos.
Miraketediga.
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