No es por casualidad.
A tantos de tantos del dos mil
tantos.
¿Tan difícil es mantener un
nivel, una regularidad, una constancia?
En esta vida que nos ha tocado vivir tan competitiva en todos los ámbitos que nos rodean, muchas veces esta pregunta me ronda la cabeza. Empezamos dándolo todo y luego parece que se va gastando el nervio, la gasolina.
En esta vida que nos ha tocado vivir tan competitiva en todos los ámbitos que nos rodean, muchas veces esta pregunta me ronda la cabeza. Empezamos dándolo todo y luego parece que se va gastando el nervio, la gasolina.
Me refiero al trabajo, a la
vida en pareja, a las amistades, a todo los que nos rodea, empezamos dándolo todo,
para hacernos ver, sin embargo en cuanto tenemos o creemos tener lo que buscábamos nos acomodamos y dejamos perder eso que quizás
nos ha costado tanto conseguir, y que tanto podemos llegar a querer.
Cuando empezamos algo, hay que
luchar por ello , dar lo que llevas dentro para que cada día lo que hagas sea
algo único e irrepetible, ese momento que da ilusión y vida ,tanto a ti como al
que te rodea.
Acomodarse, sentarse, esperar acontecimientos
es como echarse a dormir, por que quien mucho duerme poco vive.
Dejar la vida pasar, ver como
se escapa entre tus manos, se escurre y una vez que se va ya no vuelve, esos
momentos que se te esfuman entre los
dedos, mejor diles adiós, por mucho que
pongas la otra mano debajo, se te van como la arena.
La exigencia no es algo que tengamos que marcarla nosotros,
queramos o no lo vamos adquiriendo, otra cosa es que seamos capaces de mantenerla
o por el contrario la dejemos escapar.
Esta en nuestra naturaleza
crecer, luchar y pelear por nuestros objetivos, siempre y cuando no
hagamos mal a los que tenemos alrededor, en el momento que hagamos daño a alguien,
lo mejor será corregir si se puede, y no seguir por ese camino.
Hay muchos caminos donde
escoger, saber dónde ir lo que se quiere y lo que no,
el problema está en que muchas veces no sabemos lo que queremos y todo
esto que de por sí ya es complicado, lo complicamos aun mas.
Con lo fácil y duro que es al mismo tiempo simplificar,
seguro que en un plazo de tiempo no muy largo, nos encontramos que es la mejor solución.
La frase, tiempo al tiempo,
bien utilizada quizás sea una de las más útiles que podemos tener a nuestro
alcance. Todo tiene su espacio y su
periodo, por mucho que los queramos acelerar no va a ir más rápido. Hay que
dejar que el tiempo haga su trabajo, cicatrice heridas, cambie piezas, y lo
mejor de todo es que nunca falla.
Todo esto no es por casualidad, todo ocurre por algo, todo tiene una
finalidad y una razón de ser.
Saber leer, leer la vida, no se enseña en una
escuela, no hay clases de lectura, pero tú que sabes leer entrelineas seguro
que sabes sacarle el mayor partido, y ser feliz en todos y cada uno de los ámbitos
de la vida.
Lo dejo ahí.
Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo,
traslado no os gusta, os diría que lo siento, pero no es verdad, es lo que
pienso.
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