Detalles.

A tantos de tantos del dos mil tantos

Hay momentos  en la vida, instantes que no son nada y sin embargo se convierten en  sensaciones que trasmiten alegría o sentimientos  que no se pueden controlar, acciones que hacemos sin importancia, llenan de vida a la persona  que los recibe.

Esos detalles que salen de dentro, que se hacen sin pensar, sin forzar la situación y por supuesto con el alma.



Esos detalle que cuando te los conceden no sabes por dónde te ha llagado, pero sabes que te encanta y te hace sentir bien.

Esos detalles que no tienen precio ,con la sinceridad de un gesto amigo, una mirada cómplice que te da ánimos cuando lo necesitas ,y tantos gestos que te pueden alegrar el día ,que no los puedes enumerar.

Es bonito encontrarse con ese momento, que  no se ve venir, y sin embargo te llega al corazón, cuando eso sucede lleno de vida ,da valor  sin darse ni cuenta la persona que lo realiza.

A nadie le amarga un dulce y si es por sorpresa mejor, porque si lo esperas  parece que se pierde la magia del momento.

La sinceridad pieza fundamental, no puede ser un detalle algo que no va cargado este elemento.  Si no es así se convierte en hipocresía y falsedad.

Valorar  lo que se tiene alrededor, y ver lo que esos momentos te ofrecen es único, no hay dos momentos iguales, por eso un detalle en uno de esos instantes son bonitos y  distintos al resto del día.

No todos los días son iguales,  vivir con la curiosidad de saber que pasara mañana, que hacer y qué ver, porque en realidad lo que buscamos es la felicidad y esta no es algo en concreto es el conjunto de muchos detalles.

No te olvides de tu detalle diario, no olvides de darlo sin esperar ninguno a cambio, no olvides compartir y ser feliz.


Lo dejo ahí. Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo, traslado no os gusta, os diría que lo siento, pero no es verdad, es lo que pienso.

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