Solos?

A tantos de tantos del dos mil tantos.

Ahora que no nos escucha nadie y ya que nunca nos han escuchado, siempre he tenido la convicción de que no estamos solos. No me refiero al mundo de los espíritus y todo lo esotérico y magias varias, esas que se dedica tanta gente con sus fantásticas predicciones.

En los documentales que vemos sobre el cosmos nos comentan lo grandioso que es, el infinito que supondría viajar en él, con esas distancias imposibles de razonar y como no esa cantidad de estrellas y planetas que su número supera a la cantidad de arena que hay en las playas de  nuestro luminoso planeta.

Con todo esto desde algunas fuentes nos quieren hacer pensar que no hay vida más haya de nuestra atmósfera, ¿cómo lo han averiguado? Con semejantes distancia ¿quién nos dice no hay ninguna forma de vida?

No me refiero a lo que seguro te ha llegado a la mente, ese extraterrestre tipo que cuando se nombra nos imaginamos, cabeza ovalada, platillo volante o E.T que todos vivimos y que nos enterneció en algún momento.

La vida que nosotros conocemos con sus miles de formas no hay día que no se descubra una especie distinta dentro de este espectacular planeta. Nuestro egoísmo humano no tiene fin, no querer compartir la idea de que pueda existir algo más en otros mundos y pensar que el universo es solo nuestro.

Decir que no nos han visitado ya, que no han colaborado en alguna obra de nuestras civilizaciones con aportación a su cultura, es posiblemente una afirmación errónea. No podemos ser tan cerrados en nuestros pensamientos, en el miedo de que lo que no conocemos tenga una inteligencia algo superior a la nuestra., este puede ser el punto de inflexión que nos haga creer que no hay nada más.

Dinosaurios habitando un planeta hace millones de años, un meteorito despistado da al traste la vida de unos seres que para llegar a ese estado pasaron otros tantos miles con sus evoluciones y sus trasformaciones. Más tarde la evolución nos trae hasta donde estamos ahora, incluso con Internet. El ejemplo es claro, la naturaleza no se para, la vida no se para, de una forma u otra.


Eso sí que cuando vengan, si algún día se dan un paseo, que no vengan hacer daño que para eso  ya hay unos pocos que se dedican a que esto tarde o temprano quede como un desierto.

Es más, creo que habitan entre nosotros, todos tenemos un punto fuera de lo normal con nuestras locuras, manías y rarezas y quizás sea lo bonito de conocer gente, y apreciar lo bueno de cada uno.  

Hay lo dejo. Si por casualidad alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo, traslado no os gusta, os diría que lo siento, pero no es verdad, es lo que pienso



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