A toro pasado.
A tantos de tantos del dos mil tantos.
En
esta vida en la que tomamos decisiones, más o menos importantes, habrá algunas
que aciertas y otras en las que no tanto, si cuentas tus errores a algún amigo,
conocido etc., siempre tiene la solución, el mejor camino, porque claro, si le
cuentas donde erraste, ya sabe la solución,
lo saben todo, pero siempre a toro pasado, que así también acierto yo.
Los
que saben de todo, aprendices de mucho y maestro de nada, estos que lleguen
donde lleguen dejan su lección de cómo creen que son las cosas. Son maestros por
naturaleza, saben de electricidad, mecánica, cocina, plantas, bancos, por
supuesto de política y de futbol ya ni te cuento, son unos verdaderos artistas,
que suerte tenerlos cerca.
Cuando
te aconsejan lo que tenias que haber hecho, siempre te dicen:-
“si ya te lo dije yo, si me hubieras hecho
caso”, seguro que no fue lo que te dijo, pero se anotan el tanto igual.
Si
le rebates que no te dijo eso, te contestara:
-“¿cómo
que no? es que no te enteraste bien” tienen para todo y para todos.
Si
las medallas que se cuelgan fueran reales necesitarían siete u ochos solapas.
El narcisismo que desprenden hace que sepamos como son a kilómetros.
Sus
conocimientos son interminables, los reparten entre los mortales con generosidad,
fuente inagotable de información.
Dios
los cría y ellos se juntan en las obras, lo que les gusta una obra, la huelen y
son los primeros que están para dirigir,
que si ese ladrillo, que si la mezcla le falta cemento, pero si les dicen venir echarnos una mano, hacen magia y sin
darnos cuenta no hay nadie ,ni la
estela.
Suelen
habitar entre nosotros y no les gusta pasar desapercibidos, ser el centro de
atención es su objetivo, en algunas ocasiones rozan la desfachatez y la mala
educación e intentan imponer sus ideas a base de no dejar a nadie hablar y de
levantar la voz más que los demás.
Sin
criticar su manera de actuar intento evitar
caer en sus tretas para captar mi atención, no por nada si no porque al
final lo que consiguen es hacerme perder un tiempo que no tengo para ellos. Hay
personas que se lo merecen más y me
aportan positivismo.
Como
tú sabes a quienes me refiero, le pones el nombre que quieras, o como lo tengas
calificado.
Ahí os lo dejo. Si por casualidad
alguna vez de lo que os cuento, escribo, comento, informo, difundo, traslado no
os gusta, os diría que los siento, pero no es verdad, es lo que pienso.
Saludos.
Miraketediga.
una ignominia...pobre animal..el racional..claro. saludos
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